Aprendizajes que tienen que ver con la autonomía en la toma de decisiones, la capacidad de renuncia y tolerancia a la frustración, la capacidad para postergar gratificaciones inmediatas, la disposición para preguntarse y preguntar, la posibilidad de integrar aspectos positivos y negativos de sí mismo y de la realidad…
Lo personal en la elección vocacional El sujeto que llega a consulta es portador de una historia intra e intersubjetiva, una historia de vínculos y de identificaciones, que ha ido configurando un sujeto social, en interacción con la familia, la escuela, otras instituciones y la sociedad. Es un sujeto atravesado por procesos identificatorios en los que se ha ido gestando “el ideal del yo”. Procesos estructurantes que generan un particular modo de “ser y hacer” en el mundo, una particular manera de relacionarse consigo mismo, con los objetos y los otros sujetos. Es un sujeto que vive la crisis vocacional de modo singular. Tomamos el concepto de matriz de aprendizaje de Ana Quiroga quien lo define como "la modalidad con la que cada sujeto organiza y significa el universo de su experiencia, su universo de conocimiento. Se constituye en interacción con el mundo pero a la vez condiciona modalidades de interacción. Matriz, en tanto estructuración, es el lugar o la forma en la que se genera la particularidad que tiene en cada uno de nosotros el vincularse, el aprender y la posibilidad de realizar”.
La elaboración de un proyecto futuro, la elección de un estudio o trabajo, moviliza y actualiza, entonces, todos estos entretejidos, en un continuo. No como una decisión aislada que surge en un determinado momento, “porque se termina la escuela y así debe ser”. Se trata de un proceso en desarrollo, en el que, cada etapa adquiere su particular significado en relación al que le precede y al que le sucede.
Por Claudia Cavalotti de Migliorini. Gabinete de Orientación Educativa. Universidad Católica de Santiago del Estero |